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Ciertamente, la idea de que este alimento es un afrodisíaco proviene de los aztecas, y obsequiarlos a la persona amada es una práctica que se internacionaliza debido a las costumbres de la burguesía francesa del siglo XIX; hoy, gracias a recientes investigaciones se sabe que el cacao posee considerable cantidad de amandemide, agente químico que activa los mismos receptores en las células nerviosas del cerebro que la marihuana, produciendo la sensación de bienestar sin crear adicción. ¡Sorprendente, pero cierto! Tales datos fueron publicados por la famosa revista Nature, en 1996.

         El chocolate engorda.
El chocolate contiene cantidades elevadas de azúcar y grasas. Es, por lo tanto, un alimento muy calórico cuyo consumo debe ser limitado. Sin embargo, si se ingiere en cantidades moderadas no es, ni mucho menos, el responsable de la ganancia de peso.

                   Agrava el acné
Los alimentos grasos como el chocolate no son responsables de la aparición de granos y espinillas: la grasa que se ingiere en la dieta no se acumula en las glándulas sebáceas, pero si se ingiere el chocolate con leche podría generar este tipo de reacción, asi que si tiene tendencia a desarrollar acné le sugerimos solo consumir en chocolate amargo o semi-amargo, hága la prueba y lo comprobará.

                   Provoca caries
El chocolate, el azúcar y otros dulces han sido considerados durante mucho tiempo como los principales causantes de la caries, si bien esta relación no es directa porque influyen factores como la textura de los alimentos, su adhesividad a los dientes y, por supuesto, la higiene bucal. No hay por qué evitar estos alimentos, siempre que no los tomemos entre horas y cuidemos nuestra boca.

                    Crea adicción
No hay estudios que confirmen que el chocolate posea efectos fisiológicos que provocan un consumo compulsivo o adictivo. El problema radica en la sensación placentera que produce su consumo y que la persona supuestamente 'adicta' busca, en ocasiones, con demasiada frecuencia. Ese 'ansia' o 'deseo' de dulce se produce con mucha frecuencia en situaciones de bajo estado anímico, en presencia de síntomas depresivos o en el periodo menstrual en la mujer. De hecho, se ha constatado que el consumo de dulces estimula los mecanismos de liberación de endorfinas. Este efecto puede explicar el consumo excesivo que muchas personas hacen de los dulces cuando notan que les alivia el malestar y que les ayuda a combatir el abatimiento.

             Origina migrañas
El cacao y los chocolates presentan cantidades apreciables de ciertas sustancias (como la tiramina, histamina y -feniletilamina) que se relacionan con la aparición de episodios de migrañas. Sin embargo, el detonante de la migraña es multifactorial y la participación de dichas sustancias no se ha podido establecer de forma concluyente.

      Varios datos históricos sugieren que el cacao se viene utilizando con una finalidad curativa desde hace más de dos mil años, desde las antiguas civilizaciones maya y azteca y tras su introducción en Europa en la Edad Media. Se han registrado más de 100 usos medicinales del cacao y el chocolate, entre los que se encuentran tratamientos para el cansancio, la delgadez extrema, la fiebre, la angina y los problemas cardíacos, la anemia, la falta de aliento y los problemas renales e intestinales. Sin embargo, prácticamente no existía ningún dato científico adecuado que respaldara su eficacia en la prevención o el tratamiento de dichos trastornos. En la actualidad, algunos pueblos indígenas de América Central y del Sur siguen utilizando distintas partes del árbol del cacao para preparar sus medicinas tradicionales. 

      Aunque actualmente se considera un alimento de buen sabor reservado a los golosos, cada vez hay más pruebas que sugieren que su uso histórico como medicina puede tener validez científica.

      Gran parte de sus propiedades terapéuticas pueden atribuirse a unos compuestos, denominados flavonoides, presentes en grandes cantidades en los granos de cacao.Los flavonoides son unos compuestos naturales que se encuentran en abundancia en las plantas y en los alimentos y bebidas de origen vegetal (leguminosas, frutas como la manzana y la uva, cacao, etc). Aparentemente, tienen un papel funcional, ya que ayudan a la planta a reparar daños y la protegen de plagas y enfermedades.

      Recientemente, los científicos han comprobado que el consumo regular de frutas y verduras ricas en flavonoides reduce el riesgo de padecer muchas enfermedades crónicas como el cáncer, la apoplejía y las enfermedades cardíacas coronarias.Los flavonoides como antioxidantes Muchos de los efectos beneficiosos asociados a los flavonoides parecen estar relacionados con su actividad antioxidante.

      Los antioxidantes son una de las defensas del organismo contra los radicales libres, que son pequeñas moléculas que se producen durante los procesos metabólicos normales. La producción excesiva de radicales libres daña las células y sus componentes, incluido el ADN (material genético) celular, y se cree que tiene un papel fundamental en el proceso de envejecimiento y en muchas enfermedades degenerativas y relacionadas con la vejez.

      Los flavonoides actúan como antioxidantes eliminando los radicales libres de las células y limitando así el daño que pueden causar, Efectos cardioprotectores.

      La enfermedad cardiovascular (ECV) es un trastorno complejo que implica diversos mecanismos que afectan a la función de los vasos sanguíneos. En la etapa inicial de la enfermedad se desarrolla la aterosclerosis, que consiste en una acumulación de placa compuesta en parte de colesterol en las paredes arteriales que provoca un estrechamiento y endurecimiento progresivo de las arterias. Esto no sólo limita el flujo de sangre en la arteria, sino que también eleva la presión sanguínea y puede provocar coágulos o trombosis. Los coágulos de sangre pueden obstruir la arteria en la que se forman o descomponerse y desplazarse a otro lugar del sistema circulatorio.

      Esto entrañaría un riesgo de muerte ya que, si bloquean una arteria que conecta con un órgano vital como el corazón, pueden causar un infarto o, en el caso del cerebro, un derrame cerebral.Se cree que los flavonoides del cacao tienen un efecto protector de la salud cardiovascular por su capacidad de alterar varios procesos patológicos que intervienen en el desarrollo de la ECV. tienen la propiedad de:

  • Inhibir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”) por los radicales libres, un primer paso importante en la formación de la placa aterosclerótica.
  • Combatir la tendencia de las pequeñas células sanguíneas denominadas plaquetas a agregarse y formar coágulos sanguíneos.
  • Esto suele compararse al efecto de la aspirina.Regular las respuestas inflamatoria e inmunológica de las paredes de los vasos sanguíneos, que pueden ser anormales en caso de ECV.
  • Regular el tono vascular o grado de constricción de los vasos sanguíneos, que contribuye a aumentar la presión arterial.

      Al producir estos efectos beneficiosos, los flavonoides del cacao actúan mediante diversos mecanismos, algunos de los cuales, al parecer, no están relacionados con la actividad antioxidante.Otros beneficios Aunque la mayoría de los estudios se centran en la salud cardiovascular, también se está investigando si la actividad biológica de los flavonoides del cacao puede aplicarse para luchar contra otras enfermedades, como el cáncer  diabetes y los trastornos asociados con la inflamación o el sistema inmunológico alterado.  Una posible aplicación recientemente verificada es el alivio de la diarrea, ya que los flavonoides del cacao pueden inhibir la secreción de fluidos en el intestino delgado. 

 Referencia 1:
Ariefdjohan MW, Savaiano DA. (2005) Chocolate and cardiovascular health: is it too good to be true? Nutrition Reviews, Dec; 63(12Pt 1):427-30.

Referencia 2:
Ding E.L., Hutfless S.M., Ding X., Girotra S. (2006) Chocolate and Prevention of Cardiovascular Disease: A Systematic Review. Nutrition Metabolism (Lond) 3;3:2.E-l.